martes, 9 de noviembre de 2010

El Sueño

Fue un domingo triste.
Regrese de una salida con una amiga. Estaba contenta porque me había divertido. Siempre nos divertimos con mi amiga. Pero esa semana había sido fatal y yo sentía la necesidad de salir a disfrutar. La noche estaba hermosa, el cielo despejado, es una pena que en cielo de Buenos Aires no se puedan observar con claridad las estrellas. Es una de las cosas que mas extraño de mi ciudad que me vio crecer. Hacia calor, me encantan esos días que podes salir sin abrigo. En el lugar en el que estuvimos el ambiente era agradable y nos reímos mucho. Pero toda noche, llega a su fin, había amanecido. Ella se iba a su casa y yo a la mía.
Entre en el departamento, la persiana estaba baja, con un leve espacio para que mi gata pudiera entrar y salir a su antojo. La luz entraba apenas. El living se llenaba con esa precaria luz que asomaba. La mesa estaba tal cual la había dejado. La pava y el mate, intactos. La computadora había quedado encendida. Me senté, entre al Facebook para ver que había pasado en esas horas de ausencia, y sucedió...
Vino a mi mente como un flash, como un golpe, de repente me vi en ese mismo día un año atrás. Llegando de la primera salida con un chico que me gustaba, entrando al mismo departamento, con la misma cantidad de luz que iluminaba el living, la pava, el mate, la computadora encendida, yo sentándome para escribirle a una amiga.
Mi vieja en la habitación semi dormida. Fue en ese momento que las lágrimas comenzaron a brotar. Recordé toda la situación, mi felicidad del momento, yendo a la pieza, acostándome al lado de ella. Ella preguntándome como me fue, recordé todo exactamente como había sucedido. Su pregunta, mi respuesta. Mi abrazo. Su voz diciéndome si quería unos mates. Mi Yo refunfuñando que recién había llegado.
Y volví a la realidad. Estaba llorando a mares...Diciéndome que aun no lo podía creer. Diciéndole que la extrañaba, que no podía con todo, que el dolor es insoportable, el dolor más que nada... el dolor es en todo el cuerpo y alma. Me fui a la cama... a desahogarme, a gritar su nombre contra la almohada, hasta quedar totalmente dormida por el desgaste de llorarla...
Cuando abrí los ojos, mire el reloj, eran las tres de la tarde, lo primero que pensé fue que no tenia ganas de levantarme, para qué... Pero me levante. Mire mi cara en el espejo del baño, y al mirarme recordé que me había quedado dormida llorando.
El día estaba esplendido, el sol golpeaba con ganas la ciudad, me asome al balcón y vi que no había nadie en las calles, todos debían estar en las plazas, o en las terrazas, y me dije a mi misma, vos también deberías hacerlo. Sin embargo las ganas y las fuerzas no estaban distribuidas equitativamente. Me tire en el sillón y desde allí observe el árbol que tan verde esta ahora. Miraba la tele, la mirada ida. Pensaba un poco, las lágrimas fluían solas. O así me parecía.
Fue un domingo triste.
La noche llego, y aunque hice cosas, por momentos me pareció que lo único que había hecho era estar tirada en el sillón. Mire una película, me tome una cerveza para apresurar el sueño. Pero nada funcionaba. Me acurruque en el sillón, en posición fetal. Las lágrimas comenzaron nuevamente a caer, y por primera vez desde que se fue, le dije en voz alta que la extrañaba.
Mi gata se acerco y comenzó a maullar, me miraba con esos ojos verdes y me maullaba, miraba la puerta de entrada y me volvía a maullar. En esos momentos solo le puedo preguntar que le pasa, como si me fuera a responder.
Ya eran las cuatro de la mañana y yo no podía dormirme. El calor no era insoportable, pero ayudaba a mi incomodidad. Entonces me fui a la cama, creyendo de esa forma que mis ojos podrían conciliar el descanso deseado. Lo ultimo que recuerdo es que levante la mirada hacia la ventana y vi que ya era de día, y me pregunte si me iba a poder levantar en pocas horas.
Cuando desperté, como siempre mire el reloj, eran las doce del mediodía, salte de la cama, a esa hora estoy saliendo para el trabajo. Lo primero que hice fue lavarme la cara, como cualquier otro. Lo sorprendente fue cuando me vi en el espejo. Me mire a los ojos, yo misma, y me dije. Soné con vos mamá. Trate de recordar todo, pero solo venían imágenes aisladas. Vos, el living, yo, tu chal, tu pelo, mi pregunta fundamental. Estas conmigo? Si, siempre.
Ahora. Después del día laboral, después del descanso. Después de haber hilado las imágenes te puedo contar el sueño a vos, a vos que estas leyendo, que ya leíste todo y llegaste hasta acá. Porque si llegaste hasta acá, quiere decir que te importa lo que te voy a contar, tanto como a mi, ese sueño, simple, me ayudo un poco para mi tranquilidad.
Estábamos aquí, en mi departamento. Ella estaba sentada en la mesa. Tomando mate. Yo estaba parada junto a ella. Le hacia preguntas, pero no me respondía. Le pregunte porque se fue, porque nos dejo. Le dije que la extrañaba. Ella no respondía, solo me miraba y hacia las muecas que tanto la distinguían. Le pregunte si había estado conmigo todas las veces que la llame, me respondió que si. De repente estaba en la pieza, yo sola, ella seguía en el living, me decía a mi misma, no le preguntaste si estuvo el otro día que lloraste hasta dormirte. Ahora pensándolo, el sueño trascendió el tiempo, el otro día representaba mi domingo triste que en tiempo real fue hace un día atrás. Entonces fui hasta el living y le pregunte. Estuviste ese día que llore desconsoladamente, que grite tu nombre, que me dormí llorándote. Y ella... Solo me miro a los ojos, y me respondió, "Siempre estoy con vos hija, siempre". Y así, sin mas, le sonreí, la abrace y simplemente volví a la habitación.
Después de tres meses, mi mamá, ella misma, me dijo que esta conmigo. Nada más, ni nada menos.

lunes, 4 de octubre de 2010

Y una vez
mis ojos se volvieron tristes, 
porque él ya no estaba. 
Y otra vez, 
volvieron a sonreír 
por vos, 
un mínimo tiempo. 
Después ya no querías más
asique intente que brillen sin vos... 
Y después, 
después, 
ella también decidió irse... 
Y una vez más 
mis ojos 
dejaron de brillar.

martes, 28 de septiembre de 2010

Mezcolanza [mezcla de locura y danza]

La obviedad de las cosas simples…
Tengo tantas cosas para decir que no alcanzan las palabras para expresarme…
Te puedo contar algo?
Ella piensa que no tiene nada, y lo tiene todo…
Era todo mentira, sigue estando acá…
Escotofobia, nictofobia, noctifobia o como se llame, cada vez esta más enaltecida…
Yo quiero saber, y nadie tiene respuestas…
No creo en el nihilismo, tampoco en el escepticismo.
Es como un viaje que nunca te animaste hacer…
Es de día pero las nubes hacen que parezca noche…
Con el dedo tapo el sol (por lo menos una minima de segundo)
 La realidad es una sola, para cada uno es una sola, pero para todos es diferente…
Qué manera de escribir insensateces!
Es incongruente (?)
Qué tendrá que ver, no?
Viste la foto de perfil?
No te creo nada, pero te creo todo…
Totalmente paradójico…
Absurdo…
Pero es así…
Viste que es complicado…
No se si podrás entender…
Seré ordinaria, guaranga, asquerosa, grosera, en fin… soez…
Alguna vez fui princesa pero no de la nobleza…
Esto es un quilombo… Aunque no tenga nada que ver con su verdadero origen…
Turururururururu… I was made for lovin’ you baby, you were made for lovin’ me… taran.
Natalia canta que son los quesos que le encantan, y encima se te pega la letra (porqué!?)
Todavía no se dieron cuenta lo que estoy haciendo?
El Feng shui dice muchas cosas interesantes pero no deja de ser materialista... ojala fuera el dialéctico!
Migatanomaúllacomolosotrosgatosnisiquierapareceunmaullido (eso la hace especial y absolutamente única) – El día que maúlle como todos los gatos me voy a dar cuenta que me cambiaron de mascota –
Esta incoherencia que no tenía lógica termino siendo sensata con la locura que traigo…
Quién entiende a un loco, si no otro chiflado…
Ah si! Trastornada.. Tocada… Perturbada… Alterada… Desquiciada… Desordenada… Turbada… Atolondrada…  Precipitada… Aturdida… Dislocada… Torcida… Desarticulada… Alocada…
Y todos los sinónimos son con A, con P, con D o con T…

Soy re psicodélica (?) Eso si es viajar...

> Pido gancho <

 [Piedra libre para mi]

domingo, 19 de septiembre de 2010

Triste Le Ville

(…) Prepárese quien cree, prepárese quien cree a soñar el largo sueño creado en la vida con la minuciosidad con que se talla una figulina de marfil, porque cada hombre soñará en su muerte el sueño que le mereció su vida. Deberías temer, miserable, no al fuego eterno sino a lo que más odias en la vigilia. Poco ingeniosos y poco vengativos y poco benévolos y poco crueles serían los Señores de la Muerte si dieran a todos los justos la misma recompensa y un solo castigo a todos los injustos…
Tengo miedo de irme al Paraíso, murmuró y me mordía, el libro dice que el Paraíso es el infierno más horrendo de un pecador (…)

(…) Estaba ahí, sobre el piso del andén. Algo, la misma fuerza que me mandó reparar en él entre tantos otros de su misma especie, me impulsó a recogerlo. O quizá fue pura casualidad. El caso es que lo levanté y comprobé que estaba intacto. En el anverso, estampado en letras negras sobre fondo amarillo, leí: A TRISTE LE VILLE, y más abajo: IDA SOLAMENTE

Desde mi niñez he sido amante de lo imprevisto. Me sedujo la aventura de un viaje a cualquier parte y no lo pensé más.
Dos minutos. Lo que ahora va a escribir mi mano es algo más que una frase, miserablemente lo sé: en toda la eternidad no pasan las cosas que pasan en dos frágiles minutos humanos (…)

sábado, 18 de septiembre de 2010

La levedad del insoportable ser...


Los sábados son los días más tristes desde que te fuiste, me despierto recordando el momento del llamado.
El día se hace pesado y no pasa más. No me dan ganas de hacer nada, solo pienso en vos. Escucho la música que nos gustaba a las dos y recuerdo las conversaciones que teníamos.
Desde hace dos semanas no duermo bien, pensando un porqué, llegue a la conclusión que era porque se acercaba la fecha en la que se cumplía un mes,  tan solo un mes. Cuando llega el viernes me alegro porque es fin de semana, pero por la noche, por más sueño que tenga no me puedo dormir, me quedo deambulando en la casa, sin ganas de salir o ver gente.
Me esta costando dormir, me da miedo irme a dormir, ya ni el velador hace que se vaya el miedo. Hoy me acosté a las ocho de la mañana con el sol encima, me acosté con los ojos hinchados y la mente sin fuerzas. Me desperté dos o tres veces, a la una, a las dos, pero mi cuerpo y mente no querían levantarse. Por fin logre abrir los ojos con culpa a las cuatro, con culpa porque ya había pasado todo el día, y solo quedaban un par de horas de sol. Me levante y así, de entre casa, me hice un desayuno-merienda. Mire un poco de tele y me hice unos mates. No se que tendrán los mates, pero cada vez que me los hago, te pienso y se me caen las lagrimas. Será que los mates me llevan a vos, será porque no voy a compartir más un mate con vos.
Hay un momento del día, que comienza la pelea interior. La parte que quiere dejarse caer, y la que no se lo va a permitir.
Me enoja estar así, me molesta escuchar nuestras canciones y no poder contener las lagrimas. Me enoja tener ganas de llamar a alguien y no poder porque no quiero que me escuchen llorar, me enoja querer ver a alguien y esa parte que se esta dejando caer me lo impida porque es más fuerte.
Me enoja no tener ganas ni de bajar a comprar cigarrillos.
Reconozco muy bien mis sentimientos, se que no es enojo, es tristeza. Y lo se, por lo que veo en el espejo.
Me miro y te veo, me miro y descubro todo lo que dejaste en mí.
Cuando ya no quedan fuerzas, dejo salir todo el dolor que hay, es en ese momento que me doy cuenta de lo desvalida que me siento, de lo sola que estoy, y no sola porque no haya gente a mi lado, si no, sola porque no estas. Una soledad que antes no sentía.
Siento como si me hubieran sacado una caparazón, algo que me cubría de todo mal, puedo sentir lo frágil que estoy.
Se me de memoria todas las etapas de un duelo, porque por mala suerte, ya pase por esto anteriormente. Pero… La primera vez, cada etapa las pude diferenciar, supe describir en cada momento que era lo que me estaba pasando y por tanto sabía la etapa. Ahora, están mezcladas, estoy entre la primera y la cuarta etapa, todo junto, aislada, enojada y triste. No se si esta bien, porque todos los duelos son diferentes. Y la persona no tenia la importancia que vos tenes en mi vida.
El otro día, entendí, en verdad, hace poco reconocí que estaba empezando a sentir tu partida. La noticia fue repentina y quede en un estado de perplejidad, no era consciente de nada de lo que sentía, solo se, que no sentía nada, ni dolor, ni tristeza, vos y yo sabemos que es un mecanismo de defensa. El inconsciente trabaja de maneras misteriosas mamá.
Un día, comencé a pensar porque no tenia ganas de reír, y en realidad, no era que no tenia ganas, si no más bien, recordé que es parte de una de las etapas, en la que la culpa de seguir viviendo no me deja ser. No me puedo reír con felicidad, me río pero no con las mismas ganas de antes. No me puedo reír porque no estas y siento que no corresponde. Que esta mal, que no se puede, que no se debe. En cualquier lugar que este, trato de no estar triste, pero en algún momento del día o de la noche, me aburro, no porque las personas con las que estoy me aburran, es que simplemente se me viene a la mente que estoy en duelo. Que mi mamá ya no esta, que mi vida dio un giro completo, que mi vida ya no es la misma de antes, por lo cual, yo no soy la misma. No puedo ver reír a la gente porque me molesta que ellos puedan y yo no. Me enoja con el alma que ellos tengan a su mamá. Me enoja porque sus vidas están intactas, y no saben lo que es no tener más a la mujer que les dio la vida.
Me molesta que me pregunten como estoy, porque de acá a un tiempo, esa pregunta solo tiene una respuesta, la cual, ninguno de ellos está dispuesto a escuchar, por lo que yo, para no hacerlos sentir mal, voy a tener que dar una respuesta que no es verdad.

Ahora estoy escribiendo, porque es lo único que me sale hacer, no hay ganas de salir, no hay ganas de pasear, no hay ganas de festejar, porque no hay nada para festejar.
Quiero quedarme sola, a la misma vez, quiero hacer algo para que este estado se corte. Pero no puedo.
Solo puedo pensar en las ganas inmensas que tengo de abrazarte, de tomar unos mates, de hablar con vos. De reírme de tus despistes, del alzhéimer que decías tener. Extraño tus reclamos de mamá. “Que hija desconsiderada, te vas y me dejas sola”.
Ayer escuche en la tele una frase que me pego tan fuerte, una mujer que estuvo a punto de perder a su hijo, decía – Entendí que los hijos al nacer cortan el cordón umbilical, pero las madres nunca lo hacemos. Y yo, como hija, llore tanto, porque el amor de una madre es eterno, y siempre vas a estar en mí, en cada cosa que haga, en cada momento, en cada palabra, en cada respiro.
Aunque se, que en el duelo, me voy a culpar de cada cosa que te hice y de lo que no hice, se me hace pesado, porque los sentimientos están totalmente encontrados, el dolor que quiere ser, y el dolor que no quiere estar. Y más de las veces gana el que quiere permanecer, por una tendencia a la negatividad, trato con todas mis fuerzas de que no permanezca, porque se que te tengo que dejar ir, y al permanecer en ese estado te sigo reteniendo.
Me lo repito una y otra vez, es solo tiempo, solamente quiero que ese tiempo pase rápido. Porque se hace insoportable estar así.
Te extraño mamá. Y no se si te voy a escribir cada sábado, o cada día que tenga la necesidad, solo lo hago porque hablando sola siento que me estoy volviendo loca, aparte hablarle al aire o una foto no tiene el mismo efecto que escribirte. De alguna manera me convenzo que lo vas a leer, que me estas leyendo. Y aunque no te sueñe todavía, se que vas aparecer en algún momento, no quiero pedirte que lo hagas ahora, porque se que cuanto mas lo pida menos lo vas hacer, es que a veces me desespera que no te sueñe porque tengo tantas cosas por decirte, y te quiero abrazar, aunque sea solo en sueños.
Me siento triste mamá, no me gusta no ser la de antes, no me gusta no tener ganas de hacer payasadas, porque se que a vos te encantaban y te descostillabas de risa, como la ultima vez que hablamos que te agarro un ataque de tos y no podías parar de reírte.
Cada vez que prendo la tele y lo veo a Tinelli, me acuerdo que me decías – Y? vos que tenes mas conocimiento de baile como te parece que bailo? Y yo me ponía en pose de profesora de baile y te respondía, que risa…
El jueves fueron 34 años de La noche de los lápices, se que esas fechas te dolían en el alma, ni ganas de ir a la marcha, ni ganas de recordar una historia de la cual fuiste parte.
Ya no se que más decirte mamá, lo único que me sale es decirte todo lo que te extraño.
Se que si me estas viendo, estarás enojada porque paralice mi vida, no estoy estudiando ni para dar los finales, y siempre meto una excusa para no ir a las actividades en las que me anoto. No lo hago adrede, es que simplemente no estoy para nada. Mis amigas me preguntan si conocí a alguien, a quien voy a conocer mamá, si no tengo ganas, no estoy para eso ahora, aunque a veces este triste por ese motivo, la verdad que no estoy para conocer a alguien ahora, y la persona que yo quisiera, ni me merece, aunque yo quisiera.
Todos los días te extraño, y aunque tengo más ganas de irme que de quedarme ni para eso hay fuerzas.
Toda mi energía esta concentrada en extrañarte, en recordarte, porque es lo único que me queda, tus recuerdos.
Me canto a mi misma tu canción preferida, me la dedico cada vez que la escucho, es inevitable no llorar con la voz de Barbra Streisand cantando Smile, aparte, me acuerdo el día que me preguntaste cual era mi canción preferida y te dije Smile, y vos me respondiste es la mía también, sin saber que era tu canción preferida, fue la mía también. Son esos sin querer que la vida te da para regocijo.
Ni hace falta que te diga de lo orgullosa que estoy de ser tu hija, por todas las cosas maravillosas que tenias y nos trasmitiste. Fuiste maestra retirada del cargo, pero fuiste una maestra todos los días con nosotros.
El otro día fuimos a lo de tu hermano, es increíble lo parecido que son, digo increíble porque fue la primera vez que demostró delante nuestro los sentimientos hacia vos, aguantándose las lagrimas, hablando de cuando eran chicos, de las anécdotas de hermanos que ya prácticamente me las se de memoria, pero nos encanta cuando habla de vos de joven, los ojos se le iban, no dejaba caer las lagrimas. La historia entre ustedes fue fuerte y eso los hizo unirse más.
Todos te extrañan, y todos te recuerdan por la fuerza que tenias, por lo luchadora que fuiste toda tu vida. Te recuerdan de una manera que me enorgullece mucho más ser hija tuya. “La negra tenia los ovarios bien puestos”, “Celina tenia una fuerza interior inigualable” “La negra se la aguanto”. Si… Mi mamá fue y sera una grosa, un ejemplo de vida Má. Porque como vos, muy pocas personas vivieron lo que viviste, muy pocas personas se la aguantaron como vos.
Siempre quise ser como vos, y cuando reconocen algo en mi tuyo, no sabes la alegría enorme que me dan. Y aunque vos me decías todo el tiempo que de joven eras como yo, se que lo decías porque todas las madres ven en sus hijos algo de ellas, pero cuando me lo dice alguien de afuera, ahí si que se me llenan los ojos de brillo. Porque se que es así.

Te extraño brujita. Te extraño montones. Podría estar todo el día escribiéndote que te extraño!
Espero soñarte, espero tomarme unos mates en algún sueño, espero abrazarte una vez más.
Te extraño mil veces. Te amo, eternamente…

jueves, 16 de septiembre de 2010

Cuando no es lo que parece.

Si, si. Es así... vos sabes que  es así.
Un día caes sin saber que va a pasar. Y estas con esa persona que importa tanto en tu vida...
Te reís, te morís de la risa. Jugas un poco con él, porque no?
Van a pasear a un parque que no queda muy lejos. Si podes llevas mate.
De repente van hacia su casa. Estas tirada en la cama, te abraza, te besa, te dice cosas lindas, que en el momento te hacen derretir el corazón.
Es que esa persona ya de por si, te derrite el corazón.
Entre tanta jugarreta te toca! y vos no lo podes creer, como pudo tocarte!!!
Te enojas, vos habías ido tan linda, bien vestida, no imaginaste que iba hacer eso!
No entendes, como pudo tocarte!? Te vas... Enojada, con él, con vos. Pero te da vergüenza salir, te sentís sucia, pensas que todos te van a mirar y se van a dar cuenta.
Pero no es así, saliste y nadie te miro.
Le contas a tu hermana y amigas, y te dicen, no es para tanto...
Entonces...
Empezas a pensar en como te comportaste, no fue para tanto. Exagere un poco decís.
Reflexionas, esa persona no tuvo la intención de causarte un mal momento. Ahora te sentís mal por como reaccionaste... Lo justificas.

Pobre... Fue mi culpa.
El... no te quiso ensuciar el pantalón con sus manos manchadas de chocolate.
Pobre... Fue mi culpa, no tendría que haber ido tan arreglada a la casa de mi hermana, si se que va a estar mi sobrino.