Ayer me pasaron muchas cosas, desde el encuentro con mi amiga y compañera de marchas, hasta la llegada a la plaza.
Siempre me pareció hermoso llegar a Plaza de Mayo y verla repleta de personas y banderas. La vengo viendo desde el 2006, no es mucho, verdad?
Siempre, también, me recorre esa emoción por todo el cuerpo. No sé si tendrá que ver que ya en la panza de mamá se sentía lucha. No sé si es porque mis padres me llevaban a marchas con mis hermanas. Tampoco sé si es porque en casa se respiraba el espíritu combativo. No lo sé.
Solo sé que cada vez que estoy ahí, se me revoluciona todo mi ser.
Tal vez sea mi antepasado bolchevique. Tal vez sea mi sangre indígena. Tal vez sea que tengo que estar ahí, no por alguien, no por imposición, no por herencia. Tal vez sea que ahí pertenezco.
Ayer grite con tanta fuerza que sentía como se me rasgaba la voz, se me quebraba, sentía que no podía gritar más fuerte, y aun así forzaba más el grito. Se tiene que escuchar, pensaba. Tiene que temblar, realmente temblar por tantas voces juntas. Liliana Daunes leía el documento en sus manos y solo eran aplausos y aullidos. Estábamos todas avasalladas por sentimientos, porque lo vivimos, lo compartimos, lo empatizamos.
Llego Nora, y me subió algo desde la planta de los pies que desemboco en forma de lágrimas en mis ojos, con cada palabra era levantar el puño izquierdo. Hasta la victoria siempre grito, gritamos, grite, y con ese último grito la pensé a mamá.
Después hubo quilombo, fuego, gas lacrimógeno, humo, mucho humo de ellos, los de azul, los que dicen que nos tienen que proteger. Y de nuevo, las violentas somos nosotras.
Y así, hoy, mi mente llena de códigos, precios, facturas, remitos, quejas, reclamos, se detuvo un momento y pensó.
Yo te quiero ver ahí. Quiero que sientas lo que siento. Quiero que vayas, que camines, que te saques los prejuicios, que te liberes de ellos, que lo veas vos misma. Quiero que te sientas representada. Quiero que te emociones, que llores. Quiero, necesito, que estés. Mujer o varón, gay o hetero, trava o trans, o lo que te sientas que sos. Necesito que presencies, que seas testigo, que seas protagonista. Realmente necesito que dejes de acusarnos, de feminazis, de violentas, de negras, de exageradas.
Quiero que, aunque no hayas tenido una crianza politizada o aunque la hayas tenido, no te alejes. Quiero que vayas y hables por lo que te pase cuando estés ahí.
Quiero que veas a tus pares, llorar, reír, cantar, besarse, abrazarse, gritar, prender fuego, arremeter contra la policía, quiero que te atraviese cada momento, y de nuevo, todo eso en loop.
Quiero que vayas y acompañes, docentes, madres, abuelas, trabajadores, mujeres.
Te quiero viva, valiente, combativa, feliz.
Sí, quiero todo eso, pero necesito que vayas, no que te lo cuenten, ni que lo veas por la tele.
Te quiero ahí, al lado mío, aunque no te conozca.
10/03/2017